Buenas intenciones pero escasos resultados.
La baja proporción de la presencia femenina en los eslabones más altos del deporte y el número real de mujeres cualificadas que podrían acceder esta estancada y avanza muy lentamente.
Todas las leyes y los programas tanto progresistas como bien intencionados acaban en papel mojado.
No quería ni necesitaba una posición de poder, lo que defendía lo hacía por pasión.
Esa pasión era más fuerte que cualquier discriminación o prejuicio, con mis enfados y enfrentamientos solo iba a provocar más distanciamiento, asé que busqué soluciones en silencio, otras vías de acción, quizá más lentas pero, también, más inteligentes y efectivas.
El sexo marca, no pensamos igual, aunque según la situación me puedo identificar más con ellos que con ellas.
He dejado de mover grandes barcos, sea como sea, es un proceso largo y mutuo entre hombres y mujeres.
Mi objetivo ahora es moverme por lo que me gusta y amo, el kayak.
Creo que lo que tuve que luchar ya lo luché en su día.