Las mujeres en su odisea Olímpica de «Barcelona 92”, treinta años de historia, la llama eterna.
En los Juegos Olímpicos de «Barcelona 92» se consiguieron un total de 22 medallas y desde Londres 2012 las mujeres ganan más medallas que los hombres. En todos los juegos olímpicos las mujeres han llegado más al podio en proporción a su representación, un 14/% de mujeres llegaron al podio frente al 12,25% de los hombres.
El pasado
«El Barón de Coubertin (1863-1937), impulsor del Olimpismo Moderno, se opuso siempre a la participación de las mujeres en unos juegos “puede ser que las mujeres se den cuenta que esta tentativa (la de disputar unos juegos) no beneficia a su encanto ni a su salud. Sin embargo lo que sí tiene interés es que la mujer participe en los placeres deportivos de su marido e incluso dirija de forma inteligente la educación deportiva de sus hijos. Una olimpiada femenina sería impracticable, anti estética e incorrecta”
Desde que el 17 de octubre de 1986 en Lausana el Comite Olímpico eligiera la ciudad condal después de varios intentos (1924,1936,y 1940), propiciado por Juan Antonio Samaranch, «Barcelona 92» fue un punto de inflexión en todos los ámbitos y de rebote para todas las deportistas, hay una extraordinaria inversión económica del gobierno, del COI, de los patrocinadores… esto hace que las federaciones se tengan que poner las pilas para impulsar la participación de las mujeres.
La lucha de la mujer por conquistar sus sueños, cómo gestionan sus frustraciones por su afán y entusiasmo por competir, la importancia de la mente para encarar el deporte con la vida, con perseverancia e insistencia, como de la diferencia hacen una virtud, especialmente en los deportes minoritarios que las hace más fuertes, es simplemente la vida pura y dura que nos ha tocado vivir a todas las mujeres en los diferentes ámbitos.
La odisea para la participación de las primeras mujeres Olímpicas en piragüismo en «Barcelona 92” fue grande, algunas se quedaron por el camino frustradas con el intento. Hasta esa fecha en el equipo nacional había chicas que ganaban todo: regatas nacionales, internacionales al igual que los hombres, pero no se las tenia en cuenta.
Con unos federativos y un seleccionador que opinaba que las mujeres trastocaban y despistaban a los chicos, poco había que hacer.
Las pocas que se resistieron a abandonar el barco tuvieron que pelear mucho, competían con embarcaciones prestadas, con las embarcaciones que desechaban los chicos, sin apenas probarlas, con concentraciones puntuales y con todo, los resultados de las chicas Belén Sánchez y Joaquina Costa en K-2 y el K-4 formada junto con las dos anteriores por Ana Pensay y Luisa Álvarez, compitieron de forma excelente pasando a finales y llegando a conseguir diploma olímpico
Los resultados tampoco se reflejaron en la misma medida que la de los chicos, estos son vistos por la sociedad como héroes, como ejemplo el K4 masculino, ha disfrutado de todas las ventajas, becas, reconocimientos, contratos laborables… Sin apenas referentes, las mujeres se quedaban solas en su lucha y sueños por su afán de competir, un ejemplo claro es por todo lo que tuvo que pasar Luisa Alvarez que ella solo puede explicar.
El presente
Aunque esto es válido para todas las mujeres involucradas en cualquier deporte: deportistas, árbitros, técnicas, periodistas, dirigentes, políticas…
El talento de todas ellas para romper barreras de todo tipo es el eje común que nos une, la pasión, la dedicación y perseverancia en la lucha de cada una por su deporte, luchamos por lo que amamos cueste lo que cueste.
Para este cambio efectivo las mujeres tenemos que asumir responsabilidades al máximo nivel, no nos tiene que dar miedo, nos tenemos que sacar «el síndrome de la impostora” (no soy bastante competente, no tengo tiempo, no, no, no…), es si, si, si, hacer piña entre nosotras e involucrar a los hombres que están allí , ahora que se han establecido las cuotas del 50% de participación femenina, nos encontramos que no quieren asumir los cargos de máxima responsabilidad.
¿Que más se puede hacer para que referentes de deportes minoritarios y ganadoras sean más reconocidas?
Como es el caso de Maialen Chorraut de la disciplina de Slalom, con tres medallas olímpicas; oro, plata y bronce, en tres juegos diferentes y Teresa Portela de aguas tranquilas participante en 6 Juegos Olímpicos con varios diplomas olímpicos y en los últimos Juegos de Tokio con medalla, ambas además habiendo sido madres, solo ellas saben lo que han tenido que trabajar.
Todo ello nos tiene que hacer reflexionar sobre la gran evolución que ha hecho el deporte de la mujer y de todo lo que nos queda por hacer a hombres y mujeres.
El futuro es nuestro
Para poder avanzar hay que seguir paleando y peleando, seguir aportando y disfrutando del piragüismo a través de los años asumiendo distintos cargos de responsabilidad.
¿Cuando veremos a una mujer presidenta del COI, de la Federación Española, de federaciones autonómicas, entrenadoras de los equipos masculinos y femeninos, jueces árbitros de campeonatos nacionales e internacionales, de vez en cuando sale una pero dura poco, perseverancia y creérselo una misma, si se quiere se puede.
El fenómeno del futbol, con referentes como Àlexia Putelles, nos puede marcar un camino, la no señalización del deporte por géneros, los sueños del patio se acaban cumpliendo,
El poder que tienen los diferentes medios de comunicación lo hemos de aprovechar, estamos en un momento que parece que somos noticia:
Mujeres periodistas de la talla de Anna Ballbona que ha escrito el libro “elles compteixen” me ha hecho reflexionar sobre todo el escrito.
Parece que cuando defiendes una actitud a favor de las mujeres vas contra los hombres pero no es así, todos vamos en la misma embarcación.
Luisa Alvarez Iglesias
Totalmente de acuerdo contigo Carmen, tu al igual que yo sabemos los palos que nos han puesto en las ruedas, las luchas que hemos tenido que soportar y demostrar día si y día también que merecíamos lo que nos daban.
Como bien dices: Para poder avanzar hay que seguir paleando y peleando, seguir aportando y disfrutando del piragüismo a través de los años asumiendo distintos cargos de responsabilidad.
¡Vamos a por todas chicas!