Un día llegó un señor a la Federación Catalana de Piragüismo preguntándome si sabía de algún club que tuviera piraguas viejas, inservibles o para tirar…
Me enseñó unos bocetos y me explicó más o menos lo que pretendía hacer, en principio pensaba que era un loco, que estaba soñando, no entendía nada…
¡Quería convertir una piragua en un zapato, en un huevo frito, en una pluma estilográfica, en un plátano!.
¿Un sueño de un “loco” se puede hacer realidad?
Luego me asesoré de quién era, de su prestigio y de lo que era capaz, alguien me dijo “todo lo que toca lo hace realidad”…
Así pues me dediqué a hacerle caso, busqué algún material que pudiera servirle, algunos incluso me agradecieron poder deshacerse de esas piraguas que ocupaban espacio en las estanterías de los clubs y que no eran fácil reciclar, ni se sabía dónde tirar.
El proyecto KAYART de este “loco” llamado Ermengol Tolsà Badia demuestra que sí, que los sueños se pueden cumplir.
Aunque no parece sencillo, detrás hay un trabajo de unos artistas que se han metido en su cabeza de autor para interpretar lo que él no duda en denominar ”delirio”.
Se tenía que ser estricto, escrupuloso, cada pieza tenía que seguir siendo una piragua pero, al mismo tiempo una bañera, una flauta dulce, un zapato…, cada piragua era un reto.
Ermengol es un entusiasta promotor de propuestas artísticas que disfruta de un talento envidiable, capaz de conseguir encomendar sus proyectos a personas e instituciones.
La fibra de vidrio y y la resina de poliéster son dos materiales comunes a todas las piezas además de espuma de poliuretano, silicona, poliestirenos diversos , los acabados de pintura y los soportes metálicos para sostener las distintas partes.
No fue fácil tener a punto un huevo frito y darle el brillo necesario que te haga dudar si es de verdad e incluso que te entren ganas de mojar en la yema.. (hizo falta lacar la pieza para que este brillo necesario no ofreciera ninguna duda).
Demuestra ser un artista de una imaginación extraordinaria capaz de llevar su filosofía a la práctica. Su obra es atrevida y técnicamente está llena de dificultades y eso lo tuvieron muy en cuenta el grupo de profesionales que lo acompañaron: artistas y artesanos que tuvieron incluso que experimentar de varias formas para que las diferentes obras llegaran a su fin como quería el autor.
Las piezas (18) fueron expuestas por primera vez en Lleida, en el Espai Cavallers (años 2007), muchas de ellas colgadas, como flotando en el aire de una calle que simulaba la pendiente y el curso de un río.
Las piraguas seguirán siendo piraguas, aunque hayan cambiado de forma y su aspecto no les permita navegar.
Algunas de las obras se vendieron pero la mayoría de ellas las cedió a diversas instituciones, ayuntamiento y federación…
Las imágenes valen más que mil palabras…
Siempre he pensado la suerte de que eligiera las piraguas para su locura, ¡esto es único!
Le agradezco su amistad y su posterior solidaridad colaborando con la Federación Catalana de Piraguismo en todo momento.
Y por supuesto, ya no pienso que está “loco”, si no que tiene una gran sabiduría de artista que los terrestres no sabemos interpretar, simplemente disfrutar…
A veces no hay que entenderlo todo…
